Un refugio de paz…un abrazo de complicidad…un espacio de verdadera empatía…una pausa al remolino de las emociones…un espejo sin juicio…un apapacho de hermandad…

Esto ha sido para mí…mi grupo de escritura…la bendición de poder tomarme de las manos con un pequeño pero hermoso grupo de maravillosas mujeres…quienes tenemos en común el haber visto a los ojos al cáncer en alguna de sus múltiples manifestaciones…y sacar de él grandes aprendizajes de vida…

Más fuertes…más conscientes de quiénes somos…más agradecidas por la gran oportunidad de seguir viviendo…más felices…más alegres…más en paz…

Así somos…y por eso nos encontramos…para escribir!!!